En el corazón de las comunidades de la Amazonía Peruana y la región andina, mujeres, niñas y adolescentes se enfrentan a una encrucijada en lo que respecta a sus derechos sexuales y reproductivos. En un país donde el aborto solo es legal en casos terapéuticos, incluso en las ciudades más grandes, acceder a este procedimiento puede ser un desafío. Sin embargo, en las zonas rurales, estas barreras se vuelven aún más acentuadas.
En estas regiones, la carencia de acceso a servicios de salud reproductiva de calidad se combina con la falta de educación en estos temas y con arraigadas normas culturales. Ante este panorama, organizaciones como la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas del Perú (Fenmucarinap) desempeñan un papel esencial.
Esta organización nacional de base se ha comprometido a representar y empoderar a las mujeres campesinas, indígenas, nativas, así como a aquellas de ascendencia afrodescendiente y asalariadas en todo el Perú. Su labor abarca diversos ámbitos, incluyendo lo social, económico, político y ambiental, y se basa en la promoción y defensa de los derechos individuales y colectivos de las mujeres.
Julia Rosita, de 23 años, indígena andina cuya lengua materna es el quechua, actualmente se desarrolla como secretaria de Juventudes de la entidad y explica cómo es el trabajo en estas comunidades. "Somos multidiversas, multilingüísticas y pertenecemos a todas las sangres", comienza.
"En estas regiones, los embarazos a temprana edad, ya sea debido a la falta de educación sexual o a situaciones de abuso sexual y violencia, son una realidad preocupante", cuenta Julia.
Los desafíos en las comunidades rurales del Perú
Una parte esencial de la misión de Fenmucarinap es intentar superar las barreras sociopolíticas, culturales y geográficas que limitan el acceso a los servicios de salud, así como acompañar a las mujeres, niñas y adolescentes.
"La selva peruana es muy extensa y existen comunidades muy alejadas donde no llega este tipo de información. Muchas veces nos ha tocado llevar nuestras capacitaciones en los idiomas que cada comunidad maneja, gracias a nuestras compañeras que hablan Shipibo, Ashaninka o Kokama, lo que sirve de puente para brindar nuestras capacitaciones y romper esos pequeños tabúes, ese pequeño sistema que las somete a una posición de dominación donde no les permiten decidir", explica Julia.
"Normalmente, cuando visitas una comunidad indígena, debes solicitar permiso a sus jefes. Por lo tanto, también es crucial saber cómo interactuar con ellos para llegar a las adolescentes y niñas. Es una lucha constante que enfrentamos todos los días”, agrega.
La importancia del acompañamiento
La solidaridad entre mujeres es un aspecto esencial en esta lucha. Como sostenemos en nuestra campaña, acompañar sin juzgar, ofrecer apoyo y orientación a aquellas que enfrentan decisiones difíciles en relación con la interrupción del embarazo es fundamental.
Las mujeres deben sentirse seguras al tomar decisiones sobre su cuerpo y su futuro, sabiendo que cuentan con el respaldo de sus seres queridos y personas de su comunidad.
"Como organización, llevamos más de 16 años trabajando en esto. Sabemos que las normas culturales en algunas comunidades pueden influir mucho en las expectativas, incluso en lo que respecta al matrimonio a temprana edad o la maternidad a una edad temprana. Esto aumenta la presión sobre los adolescentes para casarse y tener hijos a una edad temprana. Nosotras las capacitamos y orientamos para que puedan conocerse a sí mismas, comprender su cuerpo, cómo cuidarlo y valorarlo, y cómo tomar decisiones. Esto ha ayudado a que muchas jóvenes salgan de esa burbuja, y se den cuenta de que son libres para decidir", señala Julia.
"Obviamente, es un desafío entrar en las comunidades, pero lo importante es que muchas mujeres tienen la intención de aprender, crecer y empoderarse, romper con los esquemas machistas y garantizar que las generaciones más jóvenes no enfrenten las mismas circunstancias", añade la joven.
Fenmucarinap está presente en 24 departamentos del país y, a través de su trabajo y compromiso, busca impulsar un futuro más igualitario y justo para las mujeres, niñas y adolescentes que habitan en la Amazonía peruana y la zona andina.
Esta podría ser la historia de una persona de tu comunidad. En cualquier caso, es importante que puedas acompañar sin juzgar.
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